- By raquel fernandez
A finales de junio se recogía en el Boletín Oficial del Estado (BOE) la modificación de la nueva norma del etiquetado de la miel anunciada por el Gobierno el pasado mayo. En ésta, la principal novedad es la obligación de indicar el país de origen. Sin embargo, la nueva norma del etiquetado de la miel ha dejado un sabor agridulce al sector de la apicultura, puesto que los apicultores consideran que se trata de una medida insuficiente para mejorar la trazabilidad del producto y distinguir la miel que procede de fuera de la Unión Europea.
¿Qué debe aparecer en el etiquetado de la miel?
Este nuevo decreto establece que cuando la miel se ha elaborado a partir de mieles de distinta procedencia, se deberá indicar obligatoriamente este listado de países en el etiquetado.
Por lo que no afectaría a nuestros productos de miel y própolis 100% natural y procedente de España.
El problema para muchos apicultores españoles es que seguirá sin ser obligatorio indicar el porcentaje de miel que corresponde a cada país.
Por ejemplo, una miel que proceda en un 1% de miel española y en un 99% de miel china, se etiquetará con el origen: España y China, lo que podría facilitar la venta de mieles mezcladas con contenidos desconocidos.
Por este motivo, el sector apícola sigue reclamando que en el etiquetado de la miel aparezca el listado de países, al menos ordenados de mayor a menor, respecto al porcentaje del total que representan.
Desde el Gobierno se respaldan en las recomendaciones de la Comisión Europea, que el pasado año dictaminó que la regulación europea ya establece condiciones de etiquetado y se posicionó en contra de mencionar el porcentaje de mezclas y el tratamiento térmico.
Por otro lado, los profesionales españoles del sector de la miel y la apicultura piden un mayor número de medidas de control de las importaciones. Puesto que en enero y abril de 2020, las importaciones de miel en España aumentaron el 12% anual, hasta las 10.091 toneladas. En este sentido, Portugal, Uruguay y China se convierten en los grandes beneficiados, al ser los principales países de origen.
España, primer productor de miel de la Unión Europea
Con un volumen anual de más de 30.000 toneladas, más de tres millones de colmenas y más de 30.000 apicultores, España es el principal productor de miel de la Unión Europea. Por este motivo, es también uno de los países más en desacuerdo con la nueva normativa del etiquetado de la miel.
Para muchos, el hecho de que la UE no modifique esta normativa se debe a la negativa de otros países que como Alemania son grandes importadores y comercializadores de miel a escala mundial.
La Asociación Española de Apicultores pide más información al consumidor
En España encontramos la plataforma ‘Etiquetado claro ya’ que agrupa a distintas organizaciones como la Asociación Española de Apicultores. Respecto a esta, su portavoz Mario Fernández califica la nueva norma española como un “parche” por omitir la cuestión del porcentaje, algo que considera “clave para evitar prácticas que lleven a confusión y engaño”.
De la misma manera, se quejan de que siga permitiéndose que aparezcan en letra pequeña el origen de terceros países en la parte trasera del envase y de que pueda mantenerse el ‘fabricado en España’ en la parte delantera, incluso cuando sólo ha sido envasada aquí.
También alertan del fraude que supone sobrecalentar la miel para mezclarla con otras, ya que en este proceso se pueden perder sus propiedades y convertirse en un edulcorante que poco tiene que ver con la miel natural original.
Desde la Asociación Española de Comerciantes y Envasadores de Miel (Asemiel) explican que su principal objetivo es el de “garantizar el suministro y la transparencia informativa siempre que esta sea efectiva”, conscientes de que “cada vez demanda más producto europeo, nacional y local”, pero que debe afrontar el “coste” que eso significa.